Andres Visiedo
Llego al primer puesto en las listas del PSOE local haciendo
trampas. En las primarias en las que fue proclamado candidato a la alcaldía
votaron hasta los muertos, pasando por vecinos de otros pueblos hasta llegar a
personas que directamente no existían. Hizo una campaña tramposa usando la
imagen de los partidos rivales para hacer propaganda de desprestigio de estos,
haciendo de esta campaña electoral la más sucia de la historia de Paterna.
También se inventó una encuesta que coló a un medio afín a golpe de talonario
en la que obtenía 9 concejales, 7 el PP i 2 compromís. Nada más lejos de la
realidad.
Su único objetivo hasta ahora ha sido conseguir el poder de
la ciudad. Y como si de un niño se tratara, el día trece de Junio levantó su
juguete (la vara de mando de la ciudad) con los ojos brillantes y el corazón
lleno por haber conseguido lo que tantas trampas le costó.
Pero como dice el dicho castellano. Antes se pilla a un
tramposo que a un cojo. Y Sagredo se encuentra atrapado entre su egocentrismo
(recordemos su campaña electoral), sus ansias de disfrutar del juguete sin
injerencias y la pura realidad. Y ésta, testaruda, le recuerda día tras día que
dispone de apenas 6 concejales, y que por mucho que tenga la vara de mando, el
poder está en los 19 regidores de la oposición; y que, o llega a algún acuerdo con
algún otro grupo político, sea de derechas o de izquierdas (tampoco parece que
eso le importe demasiado) o acabará perdiendo el juguete que tantas
triquiñuelas le ha costado.
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